Con la presencia del ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio y de diversas autoridades y representantes de sitios de memoria, de ex prisioneros y organizaciones de familiares de víctimas de la dictadura, fue inaugurada la placa que identifica como monumento nacional y sitio de memoria, a la ex Clínica Santa Lucía de la DINA. En el acto participó la Sra. Angela Jeria, madre de la presidenta Michelle Bachelet, entre otros representantes de organizaciones.

La antigua casona, que hoy alberga a la Comisión Chilena de Derechos Humanos, fue utilizada por la DINA para la aplicación de tormentos bajo control médico y para la reanimación de prisioneros con el fin de continuar interrogándoles mediante tortura.

La calle donde se sitúa la ex clínica, bordea la falda poniente del cerro Santa Lucía o Huelén y es un paseo tradicional de miles de santiaguinos y turistas, que nunca han sospechado que esa antigua casona fuese ocupada como centro de tortura. Menos aún, que los encargados de aplicarla, que reanimaban torturados en malas condiciones, y en muchos casos, los asesinaban mediante inyecciones letales, fuesen médicos, enfermeras (os) y personal paramédico.

De ese pasado debe dar cuenta la casona del número 162. Samuel Houston, presidente de la Corporación Sitio de Memoria ex Clínica Santa Lucía, hizo hincapié en la diferencia de este recinto con otros sitios de tortura y exterminio de la DINA: “en este lugar trabajaban médicos y enfermeras, cuya labor era curar transitoriamente a algunos detenidos heridos a bala o con lesiones graves, producto de las torturas recibidas en otros recintos, para devolverlos más repuestos a esos lugares a seguir siendo torturados. En este lugar habrían sido internados una treintena de personas, de las cuales 12 son detenidos desaparecidos, es decir un poco más del 30% de los prisioneros y prisioneras que llegaron a este lugar nunca más aparecieron con vida”.

Para Houston la declaración de monumento nacional de la casona y la inauguración de la placa es una contribución a la memoria histórica de Chile, he hizo un llamado al Estado chileno para que prontamente defina una política pública sobre los sitios de memoria. El dirigente concluyó su intervención rindiendo homenaje a Silvia Pinilla, quien fuera la iniciadora e impulsora del sitio de memoria hasta su fallecimiento en enero del presente año.

Por su parte el ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, resaltó la importancia de establecer los sitios de memoria. “La construcción y habilitación de sitios como este es una recomendación clave en materia de reparación de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, o Comisión Rettig. También forma parte de las políticas planteadas por el sistema internacional de derechos humanos en todo el mundo y está integrada al programa de gobierno de la presidenta Bachelet. Pero también tiene un sentido más profundo en relación al futuro. No se trata de caminar con los ojos en la espalda, sino de asumir que la memoria es una herramienta para poder comprender el presente y emprender la construcción del futuro, del Chile democrático con el que soñamos”, señaló el titular de Bienes Nacionales.

Terminada la ceremonia, los asistentes se trasladaron al frontis del edificio, donde se procedió a descubrir la placa, dando un paso importante en la visibilización del sitio como lo reconocieron varios oradores. En tanto, Angela Jeria manifestó: “creo firmemente que si nosotros permitimos que estos espacios se visibilicen ante la ciudadanía; si la gente que pasa ve esta placa, sabrán lo que aquí ocurrió y que no puede volver a ocurrir. Lo que estamos haciendo es un ejercicio de memoria, pero también de “Nunca más” culminó.

lucia2